Me amó y se entregó por mí

En estos días de semana santa,he quedado una vez asombrado de lo mucho que me ama Dios.Él me ama a pesar de mis traiciones,de mis negaciones,y de mis ingratitudes.Nadie en este mundo ni en el venidero me ama,ni me amará como Dios.Me impresiona la misericordia de Papá Dios...de su ternura ...de su paciencia...y de Corazón compasivo....

Cuando pienso en lo que sufrió mi Divino Salvador por amor a Mí,porque fue por mí que murió,siento pesar que ha después de tantos años de seguimiento no he correspondido a su Divino amor.En este año de la Misericordia,quiero seguir acercándome a la fuente de donde brotan los manantiales de perdón y de gracia en los sacramentos de la confesión,y de la Eucaristía.

Quiero dar pasos, con la ayuda del Espíritu Santoy de Mamá María,firmes en mi camino de conversión.Quiero dejar el pecado a toda costa,quiero vivir aferrado a la voluntad de Dios...Sé que muchas veces caére herido por el pecado,pero me levantaré y correré a los brazos de mi Buen Pastor,para que él sane mis heridas,y me conduzca por sendas de justicia y de santidad.