jueves, 14 de enero de 2016

Orar los unos por otros,tremenda obra de misericordia

Hoy me  levanté  temprano,recé mis oraciones y le dí  gracias a Dios por la vida,pedí por varias personas que están atravesando situaciones un tanto difíciles:Un bebé de apenas tres meses de nacido que convulsiona,y acá en Venezuela no se consigue anti-convulsivos,una señora muy querida que se complicó a principios de año,tiene cáncer y no hay más nada que hacer,ni quimioterapia porque no aguantaría  dicho tratamiento...
¡Debemos orar por nuestros hermanos,ésta es una obra de misericordia¡No sólo debemos recibir la misericordia de Dios,sino que tenemos que convertirnos en canales  por donde fluya el torrente de misericordia a la humanidad.
En esta obra de misericordia,de orar por los vivos y por los difuntos,puedo dar testimonio de la efectividad de nuestras oraciones,sobre todo cuándo oramos por los demás.Recuerdo de una manera especial  a un niño que había sufrido un accidente,un automóvil lo golpeó y debido a este incidente quedó sin poder hablar y además sin poder caminar,los galenos dijeron que iba a necesitar al menos un año para poder caminar.Yo pertenezco a un grupo de oración,y fuimos invitados a orar por el niño,después de orar por él,el chico se quedó profundamente dormido,cuándo despertó caminó y llamó a su abuelita,todos quedamos asombrados ante el poder de orar los unos por los otros.
En una oportunidad San Agustín dijo que cuando oramos por los demás estamos demostrando nuestro amor.Si amamos debemos orar por los seres que amamos,cuando nuestro Señor Jesucristo nos manda a amar a nuestros enemigos ese amor pasa por orar por ellos,esta debe ser nuestra venganza,pedir bendiciones parar ellos.
El día  martes frente a mi casa,cuando estacione mi carro,y apenas ingrese a mi hogar sonó el alarma de la batería del automóvil,inmediatamente salí y me percate que los delincuentes me habían robado la pila.En ese momento me enojé con Dios,y le reclamé que porqué no había evitado el robo,que yo no tengo dinero para
comprarme una,y que además están escasas.Después de desahogarme,escuche en mi corazón la voz de Dios que me decía:"¿Qué es más importante,la vida que te he regalado o la batería de tu autómovil?En ese momento el enojo se fue,y comencé a pedir perdón a Dios y orar por la conversión de los que me habían robado.

3 comentarios:

  1. excelente por tu reflexión Tengo que dar gracias a Dios por la vida que me da todos los días y no enfadarme por lo que me robaron o la dificultad que se me presente.

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  2. excelente por tu reflexión Tengo que dar gracias a Dios por la vida que me da todos los días y no enfadarme por lo que me robaron o la dificultad que se me presente.

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  3. A si es Teresa...a veces nos quejamos por los que nos quitan y se nos olvida lo mucho que Dios nos da

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