Orar por nuestros hermanos difuntos,bella obra de caridad

¡Dame a tu mamá,necesito que me la entregues¡"-mientras rezaba eso fue lo escuché en mi corazón de parte de Dios.Pensé al principio que era fruto de mi imaginación,pero cada vez que estaba rezando cuando hacía silencio,la voz dulce y tierna me insistía.No quiero quedarme si mamá...pensaba.Mi madre estaba enferma desde hacía muchos años,pero yo albergaba en mi corazón la esperanza de que Papá Dios la sanará.

¡Después de resistirme,me rendí a la voluntad de Dios¡y con dolor se la entregué¡Tú la amas más que yo¡¡Ella te pertenece,¿Quién soy yo para negartela?En el mes de noviembre de 2006,mi madre se fue con Papá Dios.

Descubrí que en la comunión de los santos,como miembros del cuerpo de Cristo permanecemos más unidos que nunca.Sé que desde el cielo ella reza por mí.¡Hermanos que maravillosa es nuestra fe católica!

La muerte es parte de la experiencia que todos vamos a vivir,para poder encontrarnos cara a cara con Dios ,tenemos que morir.Lo importante que tenemos que hacer mientras estamos en este mundo es aprender a amar y vivir para Dios.¡Amar al prójimo,aunque a veces nos cueste¡.

No malgaste tu tiempo en peleas,albergando resentimientos,sino que procura diligentemente en amar y servir,porque allí esta el secreto de la felicidad.

Cuando te toque despedir a un ser querido abandónate en las manos amorosas de tu Padre del Cielo,entrégale tu dolor y a tu ser querido y verás como la paz que sobrepasa todo entendimiento,la paz de Cristo llenará los rincones más profundos de tu alma.

¡Mucha gente piensa que no se puede hacer nada por los que se han ido,pero la fe católica,nos enseña de que podemos ofrecer oraciones en indulgencias por ellos.¡

Recuerdo que recién fallecida mi madre,lo que me traía consuelo eran las misas que ofrecía por su eterno descanso,cada vez que mando a celebrar la santa Eucaristía por mi madrecita, la siento muy cercana a mí.